Disculpen de nuevo por la falta de entradas estos últimos días, actividades escolares y el nuevo blog que inicié me mantenían ocupado, pero ya he vuelto y les tengo una entrada.
No voy a dar muchas explicaciones, pero si volvemos a lo de las dedicatorias flotantes...a los que tengan un libro...ya entenderán.
The Book:
Saber que te tengo ahora en las manos, luego de tanto haberte añorado...pero no puedo abrirte, leerte, me bastó con tu portada, la observo, la toco, siento su textura...pero la simple idea de doblar o manchar sus hojas con mis sucios dedos me da asco.
Vos sos (tu eres) como un libro, como un libro de Cortázar, un libro "regalado", porque como dice el, cuando te regalan algo no te regalan ese objeto, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que "adherir"a tu cuerpo. Te regalan la necesidad de cuidarlo a diario, evitar que se rompa, que sus hojas se manchen o doblen, cuidar que no se moje, leer con detenimiento y sin apuros para no maltratar sus hojas, no te regalan un libro, tu eres el regalado, te regalan AL libro, te regalan algo mas que cuidar, una responsabilidad...¿Y que tiene esto que ver con vos (contigo)?
Muy fácil, TU eres el libro, un "inesperado"libro de Cortázar, y yo solo te miro, te cuido con la vista.
Por mas que me quemen las ganas de leerte, de impregnarme de tus letras la necesidad de bañarme con tus palabras y la necesidad de que tus frases laman mi cuerpo y lo recorran...¿Saber que te tengo ahora en el cuerpo?...No, eso no, o...
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