Cielos Desencontrados.

El siguiente escrito o reflexión acerca de las confusiones sentimentales en las que me meto, en las cosas que pienso pero mas que nada, en la constante búsqueda de un centro...
Espero lo disfruten, dedicatorias flotantes a todos los que buscan un centro durante toda su vida, sin notar que esta cerca de nosotros.

(Que dialéctica de bolsillo con tormentas en piyamas y cataclismos de living room.)

Yo no quisiera fingir...como algunos bohemios que...

No, eso no, no va para hoy...realmente nada va para hoy, en realidad, hoy no hay tema, ¿que tema?, sigo lanzando la piedrita con la punta de mi zapato, casilla uno (no, no), casilla 7 (¿pero como?...¡¡¡TAN CERCA!!!), fuera del dibujo (he caido en el pozo...) realmente el teme elegido se repite constantemente, ¿que seria yo sin ese tema?, digo, buscando aun un equilibrio entre el cielo...bueno, quizas la tierra la necesito pero...el cielo, eso si, mi eje, mi centro.

Acabo siempre aludiendo al centro sin la menor garantía de saber lo que digo (¿realmente suena lógica tanta palabra tallada, tanto divagar, realmente ven la garantía en ello?), cedo a la trampa fácil de la geometría con que pretende ordenarse nuestra vida de occidentales: Eje, centro, razón de ser, Omphalos, nombres de la nostalgia indoeuropea. Incluso esta existencia que a veces procuro (finjo, trato fallidamente) describir, este Hermosillo donde me muevo como una hoja seca, no serian visibles si detrás no latiera la ansiedad axial, el reencuentro con el fuste. Cuantas palabras, cuantas nomenclaturas para un mismo desconcierto (amor, idealización, cielo, centro, eje, tura...). A veces me convenzo de que la estupidez se llama triángulo, de que ocho por ocho es locura o un perro.
Abrazado a mi centro, esa concreción de nebulosa, pienso que tanto sentido tiene hacer un muñequito con miga de pan como escribir la novela que nunca escribiré o defender con la vida los ideales que redimen a los pueblos. El péndulo cumple su vaivén instantáneo y otra vez me inserto en las categorías tranquilizadoras: muñequito insignificante, novela trascendente, muerte heroica. Los pongo en fila, de menor a mayor: muñequito, novela, heroismo. Pienso en las jerarquias de valores tan bien explorados por tantos como...este tipo....oh si, Ortega , lo estético, lo ético, lo religioso . el muñequito, la novela. La muerte, el muñequito. Me gustaría que tu lengua me hiciera cosquillas. Alejandro, la ética, el muñequito, el cielo. La lengua, la cosquilla, la ética...
Que tantas cosas digo...¿que tanto sentido tienen? realmente no lo se...

Otro día mas hablando del Cielo, de ti, Del eje, de vos, del centro, de vous, buscando la manera de llegar a ti, un dia me acerco, otro la piedra cae lejos, luego se sale del dibujo...tiza, tiza, tiza...zapato, zapato, zapato...punta, lanza, ¿llega?...no
Pero quizas un dia llegue, mientras buscare mi Cielo...y pensar que antes lo llegaba tan facil, solo con jugar, pero hoy, ya no me parece un juego, me parece que no...ese es mi problema, insisto, soy uno de esos tipos, que usan cuadernos a rayas para poder escribir "bien", que aplastan desde abajo el tubo de dentífrico..¿que pasaría?...no lo se, ahora el cielo buscado es distinto, igual es una casilla dibujada en una acera, pero...




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