Fear.

Pienso que mi temor es a encontrar lo ideal muy pronto, otorgándole al resto de mi tiempo y vida una posición de intrascendencia caústica. Y a veces soy un animal moribundo caminando entre el humo de cigarro y las luces de faros intermitentes. Una noche cualquiera pienso en todas las perversiones que haría contigo, cada plabra que saldría de mi boca, cruzaría el pequeño espacio libre que nos separaría y entraría como un susurro débil en tu oído. Tus ojos me verían de manera confusa, pero tu mecánica de cuerpo accedería a mis caprichos. Te contemplaría como se ve a una noche estrellada, en silencio, en soledad, comprendiendo que el cielo-y tú- son incomprensibles, inabarcables.
Luego, notaría cada detalle, cada particularidad de tu inmensidad, cada milímetro de tu cuerpo. Lo dibujaré, lo narraré, le tomaré miles de fotos para saber que sí ocurrió. Y tu yugo carnal me asfixiará, me embriagará de belleza etérea, perenne. Y seré un cartógrafo de tu carne.
Finalmente, cuando me digas que me amas, inventaré una excusa. No porque sea un idiota. No, probablemente yo te ame más. Me iré. Dejando una estela de sangre simbolizada en el humo de cigarro, en mi sombra que se alarga día a día. Es mi sentido trágico, síntoma patológico, incoherencia pasada. Te amo, escribiré en alguna parada semidesconocida. La postal dirá que siempre te amé pero que no era suficiente. Ni para ti ni para mi.
Quisiera no tener que olvidarte.

Salvador Dalí. Daddy Longlegs of the Evening - Hope

0 comentarios:

Publicar un comentario