Te quiero y quiero decirte.

Esta tarde, triste tarde
en la que miro el cielo raso
con sus arañas, tan negras
viviendo en su rinconcito de redes;
te pienso, tan eterna como el viento;
ni el musgo, ni las flores ni las espinas han ocultado tu forma...

Te quiero, de verdad, eso te digo;
te quiero tanto que procuro sonreír
mas a menudo, porque se que te agradaría;
procuro acostarme a la hora prudente, para soñar mas contigo.
¿Será exagerado decirte que me haces ver
que afuera siempre me espera una nueva mañana?

Inevitablemente te quiero, tanto que no suspiraré,
al menos no tan seguido, salvo pensando en ti;
claro, te quiero: decir te amo sería extrapolar...
Pero también quiero decirte que yo soy aquel tipo
que diariamente piensa en ti y sonríe
a pesar de que sus días no sean los más felices.

Me gustaría que te apresuraras despacio
porque estos días no esperan...
Y a pesar de ser realista,
pido siempre lo imposible: estar contigo;
pido que no me olvides;
como quien reza a una diosa, lo pido.

Es difícil no incurrir en la cursilería:
esta vez de verdad las siento;
siento que detrás de cada arco-iris,
detrás de cada milagro
despierta un gorrión metido
en el hueco de tus manos.

¿Ya te dije que te quiero?
de verdad lo hago,
tanto que maldigo tu sueño,
que besa tus ojos,
hasta la tarde,
hasta tan noche.

Me encanta hasta tu pelo;
parece que en el se ha enredado
un ciclón de mariposas;
me encanta verte salir a la calle, radiante y hermosa,
y la ciudad se transforma,
las aceras de deshacen, gaseosas.

Mi vida, sin ti, era un simulacro,
una imitación, una ilusión de lo real:
Llegaste, insesperada, como huracán,
como tormenta; destrozando todo,
desordenando ideas, creando ilusiones;
y me hiciste notar la realidad.

Lo abriste todo: mis libros, mis cuadernos
mi alma, mi corazón.
Detuviste las calles, volaron palomas,
tocaron guitarras, brillaron estrellas,
y como por arte de magia, después de una vida
se desvanecieron las sombras.

Ahora te veo, se quema la tarde;
te veo sin que te des cuenta.
Te callas y un miedo feroz
cose mis pestañas; con ojos cerrados
veo tus delicadas alas
de dulce mariposa.

Brilla en tu piel la primavera,
tan roja, de luz caramelo.
Es difícil llegar, a donde quiero ir
es difícil explicar, lo que ahora siento;
solo estoy soltando palabras, que suenan algo tontas...
En fin, lo que quiero decir es:

El futuro es hoy, el mañana urgente
y por eso quiero que sepas
que aunque arrastro mis fracasos,
aunque soy tan egoísta; si quieres contar conmigo,
aun guardo fuego en mis manos
para calentar tu vida.

0 comentarios:

Publicar un comentario