"Me aferro al tiempo como si pudiera sujetarlo..."Me aferro a ella como si pudiera sujetarla,
pero tengo que aceptarlo, o quizás imaginarlo:
Tu eres epílogo de algo...y prólogo de nunca;
allá arriba estás tu, te digo, ahí arriba está ella, les digo;
también arriba está el cielo raso, con su araña de siempre
en su rinconcito de redes, redes que si pienso, serán tu, serán ella.
Soy el papel en blanco enamorado del lapicero...
pero el prólogo de ese nunca está ahí, latente, esperando;
que ganas tengo yo de evitarlo, que se vuelva el prólogo de algo
y el epílogo de nada, el que ni la muerte puede escribir.
Y todo se regresa a lo mismo: Tu para ti, ella para los demás.
Y tu nombre no sale, ¿te fijas?...creo que me da miedo,
me da miedo, tu nombre que ahora es anillos de humo,
me da miedo tu nombre que se ha vuelto figura del lenguaje;
pero sobre todo, me das miedo tu, tu presencia...tu ausencia.
Podría decir que me he enamorado, podría decir que te amo,
pero no quiero incurrir en los sentimentalismos,
no quiero extrapolar un mero cariño, no quiero equivocarme;
solo diré lo mas sencillo, esa hoja en blanco: Te quiero, de verdad.
Te quiero a pesar de todo, y de verdad hay poco pesar,
incluso extrañarte no es pesar, simplemente por ser tu
y es pesar, justamente porque eres tu.
Te quiero, te quiero sin importar lo que sucede o me sucede,
parafraseando a Sabina: Puede que no seas la mas linda del mundo
pero se que, para mí, eres mas linda que cualquiera...no eres cualquiera
eres tu...y repito que te quiero.
Eres una Venus ligeramente oxidada, las flores, el musgo y las espinas han ocultado tu forma,
y la soledad, el tiempo y las ausencias van envolviendo la mía,
casi desapareciéndola...la imagen de un Febo, Apolo, el letrado
pero pobre, desarmado, mas ignorante y desgraciado...
No quiero que seas un querer imposible,
no quiero que escribas en poemas el trazo de una estrella,
no quiero dejarte atrás, no quiero culpar al destino.
Quiero una cita en el parque, que caiga la noche y estemos juntos;
quiero encontrarte a mi lado, quiero me dejes vivir un momento contigo,
quiero desnudar mis miedos frente a tí, quiero pedirte un deseo...
No quiero ser ese delfín varado, expulsado por el mar,
no quiero que me mate la vida, no quiero que el amor me llene de silicón,
ni que me abra un expediente de regulación para ser expulsado del Edén.
Si supieras lo que me provoca verte, la quemazón en la piel,
esa verbena que comienza en mi al imaginarte, cenando a mi lado;
eres mi idea de una revolución, eres mi ideal, eres tu...y eres ella.
Si supieras la miopía que me provocas, si supieras como me haces sentir:
Me erizas la piel y me rescatas de hundirme.
Como dijo un buen hombre hace no mucho:
"Al recordarte me declaro culpable de desear tu presencia mas que desear la paz",
porque tu presencia es mi paz...mi paz...
Creo que por primera vez, puedo decir sin temor a equivocarme:
De verdad te quiero...y te vuelvo a querer.
Painting of a woman---Alphonse Mucha. |
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